Así se desprende de la resolución general 3997-E, en la que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) detalló el cronograma de implementación de la medida, y que adelantaba que desde el 31 de marzo de 2018 vence el plazo para las categorías más bajas de monotributistas: A, B, C, D y E.
El ingreso fue progresivo: a fines de abril de 2017 estuvieron obligados los comercios, mayoristas o minoristas, hoteles y restaurantes, con ingresos mayores o iguales a $ 4 millones. Quienes facturan entre $ 1 millón y $ 4 millones debieron hacerlo a partir de mayo y los que registraron montos menores, a partir del 30 de junio del año pasado.
Los profesionales, centros de salud, de cultura, deportes y de entretenimientos con facturación superior a los $ 4 millones debieron usar el sistema POS desde el 31 de julio pasado y a partir del 31 de agosto comenzó a correr el plazo para quienes facturan entre $1 millón y $4 millones. Posteriormente, el 30 de septiembre se sumaron quienes facturan menos de un $1 millón.
A partir del 31 de diciembre, también debieron comenzar a utilizar POS de manera obligatoria los monotributistas productores de bienes y venta de productos, con categorías desde la F hasta la K.
En su momento, la AFIP explicó que la medida buscaba «cumplir con la ley y permitirá hacer efectivo los beneficios de descuentos para jubilados, pensionados y beneficiarios de planes sociales que paguen a través de tarjeta de débito».
Para alentar la utilización de los POS, los monotributistas que los instalen no tendrán costo por el alquiler del dispositivo por dos años.
En tanto que los inscriptos en el IVA que instalen POS para cobrar con tarjeta de débito tendrán bonificaciones en el costo por alquiler del dispositivo, descuentos del 50 por ciento hasta por seis meses, o gratuidad de hasta dos años, según el proveedor.
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