Luis María de la Cruz, coordinador de la Fundación para la Gestión e Investigación Regional (Fungir), en diálogo con la Comunidad de Medios dio detalles del trabajo que se realiza para monitorear la evolución de la creciente del río Pilcomayo, y «así prever por donde se va a ir desplazando el agua para dar alerta». Señaló que la magnitud de caudal «se debe fundamentalmente al cambio que está teniendo el río».
«Estamos haciendo un monitoreo a distancia, tenemos un sistema de monitoreo y alerta bastante establecido con población local en un sistema totalmente participativo, donde nos vamos informado de la evolución de la creciente y tanto la información del lugar como la información hidrológica de los organismos oficiales, cómo el SENAMHI (Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología) de Bolivia o la Comisión tridimensional del Pilcomayo para toda la región la vamos interpretando y comunicando a la gente y mediante mapeo vamos previendo por donde se va a ir desplazando el agua para dar el alerta», informó.
En este sentido, señalo que es una crecida muy grande la del Pilcomayo, «la única referencia que tenemos es la estación de Villa Monte, esta tiene datos desde 1974, o sea que la creciente grande que hubo en 1983, está registrada. De acuerdo a los datos esta creciente estaría en el rango número 6 en cuanto a los picos más altos alcanzados. La causa es que el río elevó su lecho con el paso de los años, entonces tiene mucha menos capacidad para llevar agua que antes, hoy estamos hablando de caudales en el orden de los 1500 a 1700 metros cúbicos por segundo, y en otras oportunidades, sin que hubiera tantos desbordes estábamos hablando de caudales de 2500 y 3000 metros cúbicos por segundo, esto nos da la pauta de que el río está cambiando y ese cambio en el río es lo que está provocando las grandes inundaciones. La magnitud que está teniendo ahora se debe fundamentalmente al cambio que está teniendo el río».
Señaló que el pico más grande en Formosa todavía no llegó, «recién está bajando en Misión la Paz; según informaron en la embocadura ya se sintió una bajante y eso quiere decir que el agua está bajando mucho más rápido de la que estábamos calculando, hoy estaría llegando a El Potrillo. Esto es una onda de creciente importante, en la zona entre Quebracho y Potrillo que pega justo con la defensa, y en la zona de los Tobas en la Rinconada, la situación es altamente critica porque están con el agua al borde de la defensa, y no sabemos que puede llegar a pasar».
Fuente: Expres Diario
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