Como cada año, son muchos los jóvenes formoseños que parten de la provincia hacia otros destinos en busca de un trabajo formal o de poder estudiar la carrera que tanto añoran y trabajar al mismo tiempo, algo complicado de hacer en estas tierras ya que la remuneración es baja y apenas alcanza para vivir. Esta es una realidad que viven cientos de familias que deben ver «con dolor» cómo sus hijos abandonan el lugar donde nacieron en búsqueda de poder vivir con un sueldo digno acorde a las tareas que realizan.
Cada comienzo de año es «normal» ver en la Terminal de ómnibus a familias enteras que van a despedir a ese integrante que a veces apenas tiene 18 años y que parte hacia Buenos Aires, Córdoba, Rosario o el sur del país donde tienen la esperanza y certeza de que conseguirán un trabajo para poder subsistir y vivir mejor.
En este sentido son constantes las quejas que llegan a la Comunidad de Medios por la falta de trabajo en Formosa que afecta a casi todos los jóvenes, sean o no profesionales siendo más complicado el escenario para quienes no estudiaron alguna carrera y solo terminaron el secundario.
Es así que se pudo dialogar con algunos formoseños que rondan entre los 18 y 25 años los cuales lamentaron el escenario difícil que se vive en la provincia en lo que tiene que ver con lo laboral.
«Cuando tenía 18 años me fui a Buenos Aires y conseguí trabajo a la semana en un local de ropa», contó Antonia que hoy tiene 23. «Tuve que volver a Formosa por cuestiones de salud de mi madre y desde entonces estoy sin trabajo, presenté curriculums en todos lados pero nadie me llama, terminé el secundario y algunos comercios me tomaron para trabajar pero solo 3 meses, después me despidieron», agregó.
Asimismo se mostró angustiada ante la complicada situación que atraviesa el país con la suba constante de precios y la falta de un trabajo seguro para poder subsistir. «Limpio casas, lavo y plancho, también hago algunas cosas para vender como pastelitos, empanadas, pastafrolas, le busco la vuelta pero la verdad es que no hay nada, lo de la comida no siempre va bien. Ya me puse una meta y si consigo algo hasta abril me volveré a Buenos Aires, voy a tener que ir y después volver a buscar a mi mamá porque son muchos años de sufrir y no conseguir nada seguro, tampoco uno puede vivir con esa incertidumbre».
Seguidamente Javier, un joven de 23 años que se recibió de la carrera de Diseño Gráfico lamentó la poca importancia que tienen en Formosa los jóvenes profesionales, sean de la rama que sean. «El escenario para nosotros es difícil pero también tengo amigos abogados, enfermeros y demás que pasan por la misma situación, hay ciertos organismos o empresas que ofrecen trabajo pero no pagan lo que deberían entonces uno termina trabajando de más y cobrando poco, no valoran que uno haya estudiado, que tenga una carrera, que sea un profesional y eso es lo que más entristece, es complicado para todos», dijo.
«Tomarse un colectivo hacia cualquier otro destino es a veces la decisión más difícil de tomar pero uno sabe que en otras provincias se conseguirá algo mejor, algo al menos con lo que no se viva ajustado todos los meses», expresó Leticia que vive desde hace 5 años en la provincia de Santa Cruz y que según contó «no hay un solo día» en que no extrañe a su familia, «lo más difícil es la distancia, cuesta mucho, uno se pierde fechas importantes, estar cerca de los padres cuando se enferma, cumpleaños, las fiestas de fin de año, la distancia duele mucho y eso hace que todo sea más difícil al principio pero con los años se aprende a vivir».
Acotó además que gracias a que partió al destino sureño «hoy tenemos una casa, un vehículo y podemos ahorrar dinero para viajar a algún destino, algo que en Formosa es impensado más si tenes en cuenta que ni yo ni mi novio estudiamos alguna carrera, terminamos el secundario y aún así conseguimos un trabajo donde nos pagan bien y cumplimos 8 horas diarias».
También una madre que tuvo que ver a sus dos hijos partir hacia Buenos Aires donde viven hace ya más de 5 años se mostró aún triste por tal decisión. «Primero se fue el más grande y a los años se fue mi otro hijo, quedamos solos con mi esposo y los extrañamos bastante pero allá hay una vida que acá no pueden tener lamentablemente», dijo y agregó que «sueña» con el día en que Formosa «sea una provincia donde los jóvenes se puedan quedar a trabajar, a estudiar, armar una familia y vivir cerca de sus padres, de sus tíos, es realmente triste lo que ocurre porque se van muchísimos jóvenes algunos profesionales por la falta de trabajo acá».
Fuente: Diario Expres
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