Macri cuestionó que durante cinco años se generó «trabajo público inútil»

«El desafío es crear trabajo, y saber de dónde venimos para aprender de lo que pasó», dijo el Presidente, y en esa línea fustigó el «trabajo público inútil», porque «la primera víctima es la persona, cuando se da cuenta que no cumple una tarea útil para la sociedad». 

Un dato político saliente en la «locreada» fue la ausencia de Luis Barrionuevo, secretario general del gremio y titular de la CGT Azul y Blanca, quien mandó a decir sobre la hora del almuerzo que una fuerte gripe lo obligaría a quedarse en la cama.

Fue una excusa tan sugestiva como la actitud que tuvo Barrionuevo, el viernes pasado, al bajarse a último momento de la concentración organizada por las centrales sindicales para reclamar por la situación económica y social.

«Hace 5 años que no se genera trabajo de calidad, porque ocultaron -abundó el Presidente- el desempleo con trabajo público inútil», afirmó, y criticó asimismo «el abuso en el uso de las licencias» y «el ausentismo».

Y sostuvo que «detrás de cada puesto de trabaja inútil, hay un maestro que no pudimos poner en el aula, un médico o una enfermera que reclaman en una ciudad del país».

Macri añadió que «la suma de los empleos inútiles es una ruta descuidada donde los argentinos pierden la vida», a la vez que cargó contra las iniciativas «arbitrarias», en referencia a los proyectos opositores que apuntan a declarar la emergencia ocupacional.

«Si fuese cuestión de leyes, en vez de conservar lo que tenemos, saquemos una ley que diga que todos somos felices», ironizó sobre las iniciativas parlamentarias, mención que fue festejada por los asistentes al almuerzo».

«Pocas cosas son más importantes en la vida que el trabajo, es una columna vertebral en la vida de las personas» señaló el presidente que además consideró que la generación de nuevos empleos «es el primer desafío» de su gobierno.

«También sé que hay mucha gente que la viene pasando mal», sostuvo Macri, y aseveró que le «dolieron» estos «meses de sinceramiento económico», y como contrapunto, mencionó que por ello tomaron «decisiones como ampliar la Asignación Universal por Hijo, triplicar el mínimo no imponible, aumentar el seguro de desempleo, o impulsar la ley del Primer Empleo».

Macri llegó alrededor de las 13 y, antes de entrar en el salón principal -donde lo esperaban el jefe de Gabinete, Marcos Peña y el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, quienes no pararon de sacarse selfies con dirigentes de esa organización sindical- enfiló con su mujer Juliana Awada, a saludar a los cocineros responsables del locro.

Unos 600 comensales, divididos en 60 mesas, degustaron una entrada de salame y queso, ensalada rusa, matambre, aceitunas y empanadas al horno; luego se sirvió un locro con chorizo y cuero de chancho, todo regado con vino, gaseosas y agua.

El salón del gremio, ubicado en Salta al 1300 del barrio porteño de Constitución, dio la bienvenida a Macri con dos enormes gigantografías con la imagen de su rostro que rezaba: «Como dirigente deportivo, como jefe de gobierno, como presidente de la Nación… ¡siempre presente! Esta es su casa», mientras en el salón los comensales exhibían sus telas leopardo y chales de seda,en el caso de las damas, y oscuros sacos sport los caballeros.

Macri, al igual que sus funcionarios y su esposa, eligió un look informal (suéter azul y camisa clara), se sentó a la mesa principal, la única decorada con un arreglo floral, junto a Peña, Triaca, el presidente de la International Hotel & Restaurant Association y representante de Fehgra, Jordi Busquets y su esposa, y el titular de la seccional porteña de la Uthgra, Dante Camaño.

Fue él quien calificó de «chusmerío» las especulaciones que comenzaron a tejerse entre los medios de prensa una vez confirmada la ausencia de Barrionuevo.

«Luis nunca viene a estos eventos», dijo Camaño sobre su cuñado Barrionuevo.

Camaño, quien dio la bienvenida a Macri, afirmó ser «oficialista por primera vez en 44 años» dentro de la actividad sindical, y cuestionó la «intervención del Estado», al sostener: «somos un gremio de trabajo, no queremos subsidios, porque del Estado sólo quiero seguridad, justicia, salud y educación, y que no se meta en la economía, porque los particulares trabajamos y a los salarios los negociamos con los dueños».

Además, calificó de «cepo laboral» que «no necesitamos» el proyecto de ley antidespidos, que tuvo aprobación hace unos días en el Senado; y cuestionó que, cuando en Francia la masa laboral estatal es «del 14%», en «Argentina es más del 30%», por lo que no quieren «ñoquis ni planeros», porque «la justicia social es darle a cada uno lo que trabaja, no asistencia social para que se la curren».

Pasada una hora del inicio del almuerzo, que se realizó sin periodistas presentes, los funcionarios nacionales se retiraron, mientras el resto de los presentes se quedó a comer una ensalada de frutas con helado.

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