Se respira una atmósfera distinto. El triunfo ante Nigeria descomprimió la tensión que invadía al plantel argentino , y ahora los jugadores lucen relajados. La victoria les dio a Messi y compañía una bocanada de aire para festejar y dejar atrás las presiones y los momentos de alto voltaje que incluyeron a todos: al plantel, a los dirigentes de la AFA y a la marea de hinchas que acompañan al equipo. Por eso, tras el partido en San Petersburgo, los jugadores se dieron el gusto de celebrar entre ellos y con sus familiares.
Bailaron, cantaron y se sacaron selfies en el vestuario. Se abrazaron y lloraron, fue la descarga necesaria tras semanas de tensiones y de resultados inesperados, que incluyero la goleada 6-1 ante España. Los festejos continuaron en el micro, que unas horas después de terminado el partido llevó al plantel rumbo al aeropuerto para abordar el avión que aterrizaría en Bronnitsy.
[SELECCIÓN MAYOR] Tras conseguir la clasificación a octavos, @Argentina ya está de regreso en Bronnitsy. pic.twitter.com/79QVbcriLx
— Selección Argentina (@Argentina) June 27, 2018
Arribaron al complejo deportivo y el edificio que los recibió no fue el mismo que habían dejado: sus paredes, que fueron testigos de tantas dudas y silencios, reuniones e intercambio de ideas futbolísticas que no convencían, albergaron a un grupo diferente. Sonrientes y acompañados con música, hacían bromas, hablaban y disfrutaban del momento. Un clima que hasta aquí no se había podido generar.
En las primeras horas de la tarde, la selección volverá a entrenarse. Luego de la mañana libre, que los jugadores aprovecharon para dormir y descansar. A las 14 se volverán a ver las caras dentro de una cancha de fútbol, para un entrenamiento ya con los ojos puestos en Francia.
Fuente: La Nación
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