El dulce regreso a casa de la selección argentina: la madrugada en que Bronnitsy fue una fiesta

Se respira una atmósfera distinto. El triunfo ante Nigeria descomprimió la tensión que invadía al plantel argentino , y ahora los jugadores lucen relajados. La victoria les dio a Messi y compañía una bocanada de aire para festejar y dejar atrás las presiones y los momentos de alto voltaje que incluyeron a todos: al plantel, a los dirigentes de la AFA y a la marea de hinchas que acompañan al equipo. Por eso, tras el partido en San Petersburgo, los jugadores se dieron el gusto de celebrar entre ellos y con sus familiares.

Bailaron, cantaron y se sacaron selfies en el vestuario. Se abrazaron y lloraron, fue la descarga necesaria tras semanas de tensiones y de resultados inesperados, que incluyero la goleada 6-1 ante España. Los festejos continuaron en el micro, que unas horas después de terminado el partido llevó al plantel rumbo al aeropuerto para abordar el avión que aterrizaría en Bronnitsy.

Arribaron al complejo deportivo y el edificio que los recibió no fue el mismo que habían dejado: sus paredes, que fueron testigos de tantas dudas y silencios, reuniones e intercambio de ideas futbolísticas que no convencían, albergaron a un grupo diferente. Sonrientes y acompañados con música, hacían bromas, hablaban y disfrutaban del momento. Un clima que hasta aquí no se había podido generar.

En las primeras horas de la tarde, la selección volverá a entrenarse. Luego de la mañana libre, que los jugadores aprovecharon para dormir y descansar. A las 14 se volverán a ver las caras dentro de una cancha de fútbol, para un entrenamiento ya con los ojos puestos en Francia.

Fuente: La Nación

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