Antes de cumplir con su agenda, el Presidente mantuvo un diálogo informal con referentes del mundo de los negocios.
La inauguración de la Casa Argentina que se montó en pleno centro de Davos dio lugar a un curioso diálogo -presenciado por Infobae– entre el presidente Mauricio Macri y un grupo de empresarios argentinos que participan del Foro Económico Mundial.
En el lugar se produjo una especie de reunión en la que el jefe de Estado quedó rodeado por Marcelo Mindlin (Pampa Energía Argentina), Eduardo Elsztain (IRSA) y Sebastián Bagó (Bagó), entre otros referentes del mundo de los negocios.
En ese contexto, Elszstain le comentó al Presidente que estaban allí «por el tema de la energía y la infraestructura» y destacó un contraste notable: «Es increíble ver acá una Casa Argentina. Durante 15 años vinimos y no estaba nadie». La respuesta de Macri sorprendió por su tono informal pero contundente: «Nosotros vamos a cortar el pasto, ustedes hagan los goles».
En esa misma reunión improvisada, los empresarios aprovecharon para preguntarle al mandatario argentino cómo había resultado su visita a Rusia. «Espectacular», resumió Macri, que amplió la charla con un repaso sobre otros temas de interés para los empresarios.
El Presidente les habló de que se trabaja para articular normas de exportación con Brasil. También les contó que próximamente se irá a México y adelantó que la semana que viene habrá un encuentro en Bruselas que puede ser importante para el avance de las negociaciones entre la Unión Europea y el Mercosur por el libre comercio.
LA AGENDA
En Davos, Macri almorzará con importantes empresarios para enfrentar esos argumentos corporativos que aún traban el flujo de inversiones necesarias para achicar el déficit fiscal y bajar los niveles de pobreza.
El Presidente insistirá con la importancia de las reformas aprobadas en el Congreso y su confianza en la estrategia trazada para aplacar la inflación núcleo, que debió ser recalibrada en la última semana de diciembre.
Más tarde, Macri se encontrará con Angela Merkel para avanzar en un plan de consenso respecto al G20 que se realizará en Buenos Aires. La canciller alemana debió hacer malabares para contener a Trump, que pretendió imponer sus condiciones de America First a la declaración final del G20 de Hamburgo. En este sentido, el jefe de Estado no quiere repetir la experiencia de Merkel y juntos trabajarán para acomodar las presiones de Trump y su particular mirada sobre el comercio mundial y la cooperación multilateral.
Fuente: Infobae.com
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