El Presidente defendió la fórmula de movilidad que impulsa el Gobierno y que es resistida por parte del peronismo. Además, aseguró que el Estado no debe ser un lugar para «acomodar a los parientes en la función pública».
El presidente Mauricio Macri realizó una fuerte defensa de la nueva fórmula de movilidad jubilatoria que impulsa su gobierno y que ya tiene media sanción en el Senado.
Luego de un acto en Entre Ríos, el jefe de Estado aseguró: «Tenemos que hacernos cargo de enderezar todo el desorden que se generó en los últimos 15 años y esa previsibilidad es asegurarles a nuestros jubilados que ellos no se van a ver perjudicados por la inflación».
La fórmula consensuada con el senador Miguel Ángel Pichetto se compone en un 70% por el aumento de los precios y en un 30% por la Remuneración Promedio Imponible de los Trabajadores Estables (RIPTE).
El objetivo de la administración nacional es bajar el déficit operacional de un sistema previsional que creció durante la última década con la incorporación de nuevos jubilados y pensionados con un nuevo cálculo de la movilidad automática que tienen los haberes. Algunas proyecciones privadas indican que con el cálculo impulsado por el Ejecutivo los jubilados van tener en 2018 un aumento menor en sus haberes que con el sistema vigente. Además hay dudas sobre la constitucionalidad de la norma.
El Presidente intentó contrarrestar ese argumento: «Si vamos a bajar los impuestos, con la fórmula actual los jubilados verían disminuir sus ingresos; nosotros queremos garantizar que en los próximos 20 años la inflación sea de un dígito y que los ingresos de los jubilados van a estar por arriba de esa inflación».
Y agregó: «Los jubilados no van a perder con el nuevo sistema de ajuste, los va a proteger de la inflación. Y se le agrega el componente del salario».
Esta semana se generó una fuerte polémica cuando el oficialista Pablo Tonelli dijo que con la nueva ley los jubilados van a perder plata pero no poder adquisitivo.
Parte de ese programa de ajuste en el gasto público incluye un recorte en cargos políticos de ministerios y sociedades del Estado. Según argumentó el mandatario, lo que busca su gobierno es tener «un gasto responsable». «No podemos seguir endeudando a la Argentina, es confiscar el futuro de nuestros hijos y nuestros nietos. Tenemos que tener un Estado que funcione al servicio de la gente, no que sea un lugar para acomodar parientes en la función pública», completó.
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