La hora de la verdad

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El reconocido profesor y escritor, Dionel Filipigh escribió una reflexión sobre el día D de la política estadounidense: la asunción de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos. A continuación el texto completo. 

Mucho por no decir muchísimo es lo que se ha dicho de este hombre que desde hoy asumirá la Presidencia en los EEUU o Estados Unidos de América del Norte. La denominación sirve de aclaración, porque hay otros países que se llaman también Estados y Unidos. Pero no es para desviar la atención.

La asunción de Trump a la Presidencia establece el punto cero (0) de todo lo dicho y oído. Ocurre más o menos como en el deporte, los partidos clásicos. Durante una semana, durante un mes, opiniones, estrategias, que si fulano o mengano juega de aquí para allá. El punto 0 del clásico es la primera pitada del referí del partido: pelota al medio y a jugar. Algo parecido es este momento. Mientras el electo pronosticaba los resultados y las acciones, Obama seguía resolviendo los problemas del llamado primer país del mundo o algo por el estilo. Ahora se mueve la pelota de la política y Trump en la cúspide de las decisiones definirá cuantas bravuconadas son posibles en un país con instituciones suficientemente fuertes como para no autorizarse espontaneidades de los brazos abiertos – digo izquierda y derecha- cuando la organización, como lo dijera un líder argentino, vence al tiempo.

Ahora, hoy, mientras estoy redactando estas creencias – exactamente como dijera Foucault, creencias, no certezas- muchos vaticinan, y eso nos remonta, como impulso, a las pitonisas y a los sacerdotes que pronosticaban en medio de los ruidos del ágora.

En un rato, mientras uno se puede o no estar mordiendo la yema de los dedos o la punta de las uñas, recién ocurrirá la verdad cuando este multimillonario se haga cargo del cargo y comience a dejar de decir y comience a actuar.

Particularmente opino que en los Estados del Norte, como se le ocurre a algunos decir, priman las instituciones y no las bravuconadas, que el muro y el control migratorio, que las relaciones con Europa, que las relaciones con Rusia, que los amagues con los también genéricamente denominados “orientales”, en vez de titularlos por sus verdaderas identidades, qué ocurrirá con la OTAN, la OEA, la ONU, las macro organizaciones, instituciones con historia, comportamientos y estrategias que no dependen de expresiones, sino de acuerdos y votaciones y prioridades y esas cosas que en el devenir de los dichos, se mencionan pero no se creen.

Particularmente en la Argentina, y esto también es una creencia, prima la idea de que en los Estados Unidos, así a secas, el Presidente tiene “pleno poderes” como para intervenir y decidir todo. Y esto se verá desde el momento en que se entre a rodar esto que llamamos también genéricamente “política”.

Todo por verse. Ahora se verá cuanto de cierto se presumió. Y cuánto de ignorar lo dicho, porque las palabras sueltas al viento desde noviembre de 2016 hasta este 20 de enero de 2017, quedan registradas y los “opiniólogos” deberán dar cuentas de la generación de opinión que han realizado ocupando muchas veces el arma tremenda del micrófono en los noticieros de cuántas horas.

Estimo, para concluir, que la Presidencia de Trump se caracterizará más o menos como las de Ronald Reegan.
Veremos. Como expresaban los latinos “dixi” –que significa “he dicho”-
Dionel Filipigh 20 de Enero 2017 7 y 30 de la mañana en la Argentina.

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