El patrimonio natural de la Argentina es innegable. La riqueza que brota a lo largo de su territorio en forma de recursos naturales deslumbra al mundo desde la época de la colonia. En este sentido, es reconocido el saqueo significativo que sufrió ya que los colonizadores se enfocaron en la extracción de materias primas y minerales que enviaban afuera, normalmente utilizando mano de obra indígena. Con la declaración de la independencia el 9 de julio de 1816, el país comenzó a construir su soberanía nacional. Pero esta noticia significa un gran retroceso.
El largo sueño argentino
Las razones sobran. Las Malvinas son argentinas por razones de Derecho Internacional. Desde el Tratado de Tordesillas y por tratados sucesivos fueron de España hasta 1811 y, en consecuencia, Argentina las heredó, ocupó y ejerció su soberanía hasta 1833, cuando fueron usurpadas por Gran Bretaña. Después la historia continuó con una triste guerra de por medio y momentos de más o menos diálogo entre los países.
Además, también pesan las razones geográficas, un punto muy importante al analizar los territorios. Dado que las Islas se encuentran dentro de la plataforma continental argentina, con una distancia de 346 kilómetros de la costa. Mientras que Gran Bretaña se encuentra muy lejos, a 12 000 kilómetros. Argentina nunca dejó de ratificar su soberanía, pero esta noticia sin duda cala en su corazón.
Se trata de una iniciativa que amenaza una vez más la soberanía argentina y sorprende al mundo con un avance tremendo por parte de Reino Unido. Dado que este planea extraer una cantidad colosal de barriles de petróleo en la zona de Islas Malvinas, en el estuario de la Isla de los Leones Marinos, ubicada 240 kilómetros al sur de la Isla Soledad. El yacimiento Sea Lion. Mientras que, desde argentina, la Cancillería aún no pronunció palabra al respecto.
El saqueo en números
La empresa encargada de la exploración y producción de petróleo y gas en las islas es de origen israelí y se llama Navitas Petroleum. Cuenta con la mayoría accionaria del proyecto con un 65%, y la acompaña la británica Rockhopper con 35%. Ellos confirmaron que planean extraer alrededor 500 millones de barriles de petróleo.
Según los informes, este megaproyecto se desarrollará en aguas del Atlántico Sur a profundidades de entre 180 y 500 metros. La planificación prevista para la extracción de petróleo se estima en un plazo de 30 años con ingresos calculados en 25 500 millones de dólares. Justo en este momento, el avance de este proyecto logra consolidar la explotación de hidrocarburos en la zona.
El yacimiento Sea Lion está ubicado a 218 kilómetros al norte del archipiélago. Se trata de una región muy particular calificada como de clase mundial debido a la increíble cantidad y calidad de sus reservas. En la primer etapa se contempla la perforación de 23 pozos. Esto significará beneficios económicos directos para el gobierno colonial británico que también obtendrá regalías estimadas en 6000 millones de dólares, mientras Argentina mira para otro lado.
El gran silencio del gobierno argentino
Este terrible avance británico sobre los recursos naturales es solo un capitulo más de la historia del conflicto entre los países. Además de privar a la Argentina de sus riquezas, esta situación también acentúa la falta de respuestas o intercambios por parte del gobierno argentino. Este gran silencio subraya la actual falta de políticas efectivas por parte de las autoridades argentinas para defender sus derechos en la región.
Los expertos advierten que si logran concretar la explotación a gran escala, las ganancias millonarias fluirán principalmente hacia accionistas en Israel y Estados Unidos, situación que califican de alarmante. Dado que esto no tiene solo implicaciones económicas y políticas, sino también medioambientales, en todo el Mar Argentino, como en todo el planeta en tiempos de alerta ambiental. Este nuevo saqueo que dejó en shock a los argentinos reclama de la acción de sus representantes para lograr una estrategia clara para proteger los recursos de Argentina
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