La presión de la Casa Rosada obligó a Villarruel a buscar una alternativa para frenar la suba de las dietas

El Gobierno le dio un ultimátum a la Vicepresidenta en el inicio de un año electoral, cuando los gestos contra “la casta” serán prioritarios. En la Cámara alta se defendieron de los cuestionamientos y buscaron un “vericueto”.

Los festejos de Año Nuevo no sirvieron para mejorar la relación entre la Casa Rosada y la Presidencia del Senado. El vínculo institucional entre Javier Milei y Victoria Villarruel volvió a tensarse en el inicio del 2025 electoral, esta vez por el fin de la suspensión de la suba de dietas de los senadores, que a partir de febrero iban a pasar a ganar más de 9 millones de sueldo bruto. El Gobierno le dio un ultimátum a la Vicepresidenta para que active un mecanismo para frenar ese significativo aumento y en el cuerpo legislativo buscaron una alternativa para cumplir con la exigencia, pero se defendieron de las críticas: “Estamos hace 20 días tratando de desactivarlo”, dijeron.

La Casa Rosada estuvo prácticamente vacía en el primer día hábil del nuevo año. Javier Milei se encuentra en Olivos, sin planes de regresar, al menos, hasta la semana que viene; el vocero, Manuel Adorni, está de vacaciones en Canadá; y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en su casa de Nordelta. Tampoco estaba el asesor presidencial, Santiago Caputo. Sólo Karina Milei, que está más que nunca dedicada al armado electoral, se presentó desde temprano en Balcarce 50. Pero, a distancia o in situ, los funcionarios del Gobierno siguen con preocupación el caso de la suba de los sueldos de los legisladores de la Cámara alta.Es que se inicia un año de elecciones, donde los gestos contra “la casta” serán

prioritarios para el Gobierno. En la hoja de ruta hacia las legislativas, los libertarios se empeñarán en demostrar que Milei hizo realidad, durante los dos primeros años de su administración, el ajuste de “la política” que prometió en 2023. Y la novedad de que los senadores arrancarían el 2025 con un sueldo altamente superior al salario mínimo, que ronda los 279 mil pesos, es una señal negativa para el plan de comunicación proselitista.

Para lavar culpas, la Casa Rosada nuevamente responsabilizó a Victoria Villarruel, titular del Senado, y la acusó de no haber hecho lo suficiente para frenar el fin de la suspensión de los aumentos. En el caso de los más críticos, incluso la apuntaron por actuar en connivencia con los senadores que avalan la jugada.

Las dietas de los senadores quedaron congeladas hasta el 31 de marzo

Nadie en el Ejecutivo la cuestionó en voz alta por este tema, pero por lo bajo volvieron a asociarla con “la casta”. Es la línea que había marcado abiertamente el propio Presidente hace pocas semanas, que prácticamente la desterró de las “fuerzas del cielo”. Y coincide con las últimas e incendiarias declaraciones de Lilia Lemoine, la diputada, amiga y maquilladora de Javier Milei, que suele llevar a los micrófonos las ideas que los funcionarios no se animan a plasmar en público. Esta vez, la legisladora dijo que le molesta que se califique a Villarruel como libertaria e inclusive la instó a dejar el espacio: “Se comporta como la casta, entonces que se quede con la casta, no con nosotros”, dijo.

Fuente: Infobae.com

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