En el Presupuesto 2025 que el Ministerio de Economía presentará dentro de dos semanas se dará a conocer la proyección tributaria y anticipan una caída en la presión impositiva. Cuáles son los dos gravámenes que la Casa Rosada tiene en la mira.
La reducción de la alícuota del impuesto PAIS que será operativa desde este lunes implicará la primera baja tributaria sensible que pondrá en marcha el Gobierno tras casi nueve meses de mandato en el que buscó como objetivo central reforzar las arcas fiscales para completar lo antes posible un ajuste que devuelva a las cuentas públicas al terreno del superávit. Los próximos pasos del Poder Ejecutivo, según estiman en los despachos oficiales, podrían incluir nuevas rebajas a la presión tributaria, pero la secuencia, los tiempos y el alcance son todavía una incógnita abierta.
Desde este lunes el acceso a divisas para el pago de importaciones y de fletes desde el exterior pagará 7,5% de impuesto PAIS. Habrá un impacto inmediato en distintas direcciones: fiscal, de precios y cambiario. Sobre el primer aspecto, habrá una caída de la recaudación del impuesto que mayor terreno había ganado en el paisaje tributario en los últimos meses, compensado por mayores ingresos por Ganancias y la moratoria.
“La demanda de divisas aumentaría a mediano plazo por el abaratamiento relativo de las importaciones, lo que ayuda al lento pero sostenido incremento de la actividad. Adicionalmente, se observa en el mercado oficial de cambios una menor demanda de importadores, que se encuentran a la espera de la rebaja del imp. PAIS para cursar sus pagos al exterior, lo que impulsaría la demanda de divisas en el mercado oficial en el corto plazo”, consideró sobre la cuestión cambiaria Delphos Investment.
Desde este lunes el acceso a divisas para el pago de importaciones y de fletes desde el exterior pagará 7,5% de impuesto PAIS. Habrá un impacto inmediato en distintas direcciones: fiscal, de precios y cambiario
En tanto, la consultora 1816, respecto a los precios, mencionó: “Una baja del tipo de cambio nominal importador de 8,5% sin dudas es desinflacionaria, pero la magnitud del traslado a precios es inherentemente difícil de estimar por el simple hecho de que en nuestra historia económica no tenemos experiencias de apreciación nominal en un régimen de tipo de cambio administrado: incluso en la macro argentina hay una primera vez para todo”, planteó.
La rebaja del impuesto PAIS, que así retorna al nivel que tenía antes del cambio de Gobierno, fue la moneda de cambio que eligió el Gobierno por la aprobación de la Ley de Bases, que con el paquete fiscal le otorgó al equipo económico un refuerzo de ingresos. Hacia adelante, la promesa, explicitada ya hace algunos meses por el presidente Javier Milei, es apuntar a rebajar otros dos tributos sensibles.
Aún no está explicitada cuál será la secuencia que sigue para el camino de baja de impuestos, aunque Milei ya había mencionado en mayo pasado , que después del PAIS le seguirían las retenciones y el impuesto al cheque, aunque en magnitudes y tiempos todavía no determinados.
Hacia adelante, la promesa, explicitada ya hace algunos meses por el presidente Javier Milei, es apuntar a rebajar otros dos tributos sensibles: derechos de exportación e impuesto al cheque.
“Vamos a empezar por ahí y tan pronto tengamos superávit, me encantaría sacar los impuestos más explosivos, como el del cheque, las retenciones y también Ingresos Brutos, pero ese es provincial y tendremos que sentarnos con las provincias”, sumó por su parte el ministro Luis Caputo hace dos semanas en la Bolsa de Comercio de Córdoba. La línea parece ser esa, aunque en los despachos oficiales todavía prefieren no revelar qué timing y profundidad tendrá esa reducción prometida.
Alguna pista de eso podría llegar en el proyecto de Presupuesto 2025, que el Ministerio de Economía presentará el 15 de septiembre y que podría incluir entre sus supuestos una hoja de ruta ya con rebajas tributarias incorporadas. En un mensaje preliminar al Congreso, el Gobierno estimó que el índice de presión tributaria bajará el año que viene, aunque en una porción leve.
“La presión tributaria pasaría de 21,61% del PIB en el año 2024 a 21,16% en el año 2025. Este cambio en la presión impositiva total responde al efecto neto de modificaciones en el contexto macroeconómico y de medidas de política y administración tributaria, destacándose la menor recaudación como consecuencia de la finalización de la vigencia del impuesto PAIS”, planteó el Ministerio de Economía.
“Los ingresos correspondientes al Impuesto para una Argentina Inclusiva (PAIS) durante el 2024 alcanzaron un 1,13% del PIB. Sin embargo, en 2025 solo se estiman ingresos en el mes de enero (por operaciones devengadas en el mes anterior)”, continuó el Palacio de Hacienda.
Alguna pista podría llegar en el proyecto de Presupuesto 2025, que el Ministerio de Economía presentará el 15 de septiembre y que podría incluir entre sus supuestos una hoja de ruta ya con rebajas tributarias incorporadas
Un cálculo del economista Nadín Argañaraz dio cuenta de cuánto debería compensar el año que viene Hacienda con el impuesto PAIS eliminado. “El Gobierno debe incorporar en el proyecto de Presupuesto 2025 una alternativa de financiamiento, es decir un menor gasto o un mayor ingreso. Si se cumple con la no renovación de impuesto PAIS cuando venza a fin de año, este impuesto habrá aportado, durante su vigencia, recursos por 2,95% del PBI. En dólares oficiales, el impuesto PAIS finalizará su vida habiendo aportado USD 17.000 millones”, estimó.
Si el Gobierno buscara tomar una medida de rebaja tributaria sobre alguno de esos dos impuestos, estaría afectando uno de los que –además del PAIS– tuvo una variación positiva en lo que va del año en términos de aporte al fisco. Los derechos de exportación, en el acumulado de los primeros siete meses del año, crecieron en términos reales 36% en comparación con el mismo lapso de 2023. El impuesto al cheque, por el contrario, cayó 8,6 por ciento. La explicación está dada porque se trata de un tributo muy ligado a la actividad económica.
La rebaja de impuestos tendrá que hacer equilibrio con la necesidad que tendrá el Gobierno para mantener el superávit fiscal, que de acuerdo a la hoja de ruta oficial el año que viene será tan relevante como en 2024. Por esa razón una pérdida de recaudación podría ser un elemento crítico de esa ecuación. En los despachos oficiales aseveran que los ingresos fiscales mejorarán porque el escenario de base del año que viene es el de una expansión económica que estiman en 5% del PBI.
“En un 2025 sin recesión (aunque sin crecimiento espectacular), con escalas más razonables para ganancias cuarta categoría y recomposición del Impuesto a la Transferencia de Combustible, el Tesoro no debería extrañar tanto al distorsivo Impuesto PAIS”, analizó un informe de Econviews.
El proyecto de Presupuesto 2025, que se presentará el próximo 15 de septiembre, sobrevendrá con una novedad, que fue anticipada por el propio Milei. Habría, en su articulado, una redacción “novedosa” de la ley que incluiría una “regla fiscal” para que el superávit primario sea el necesario para que el sector público termine el año con equilibrio financiero y que de esa forma la deuda no pueda crecer, sino que solo se hará roll over (renovación) de los vencimientos.
Según el último informe técnico elaborado por el Fondo Monetario, para 2025 la estimación fiscal del sector público era de 2,3% del PBI de superávit primario que diera paso a un superávit total –es decir al incluir en la cuenta el pago de intereses de deuda– de 0,5% del PBI. Bajo este criterio, necesitaría el Poder Ejecutivo 1,8% del PBI de superávit primario para dejar en equilibrio la cuenta financiera del próximo año.
Fuente: Infobae.com
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