La mínima será de poco más de $160.000, el mismo monto que en diciembre. La intención es dar tiempo así a una eventual aprobación de la Ley Ómnibus que permita aplicar aumentos mensuales a discreción.
El Gobierno confirmó que pargará un bono de $55.000 para los jubilados que cobran el haber mínimo en enero, por lo que el piso de remuneración para las jubilaciones seguirá en poco más de $160.000 ese mes. El vocero presidencial aclaró, además, que se pagará otro bono en febrero, aunque el monto todavía no esstá definido.
“Finalmente se ha confirmado el bono a los jubilados en línea con lo que les vengo contando desde hace algunos días de lo obsoleto de la vieja fórmula de movilidad jubilatoria y entendiendo que esta fórmula iba a ser sumamente perjudicial para los jubilados, que ya lo venía siendo, y que no funcionaba como tal. Como fórmula de movilidad jubilatoria sin que el jubilado pierda frente a los avatares de la situación económica argentina”, dijo en su conferencia de prensa de este viernes Manuel Adorni, el vocero presidencial.
“El bono de enero va a ser de $55.000. Por supuesto que está estipulado otro bono para febrero, algunos medios publicaron que el bono de febrero iba a ser de $55.000, esto es inexacto. El bono de febrero no esté definido. Por supuesto que sí está definido que se va a otorgar un bono, pero no está definido el monto”.
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“Hasta tanto y en cuanto no exista una fórmula de movilidad jubilatoria, [los jubilados] serán compensados de manera mensual para que dejen de perder contra la inflación”, concluyó Adorni.
Los $55.000 que percibirán los jubilados que cobran la mínima son la misma suma que Anses pagó en diciembre tras aplicar el último aumento trimestral del año, de 20,87 por ciento y que llevó a la mínima a poco más de 105.000 pesos.
Según ya habían adelantado a Infobae altas fuentes oficiales, Anses pagará al menos en enero y febrero esa suma, mientras en el Congreso el Gobierno espera que la aprobación de la Ley Ómnibus suspenda la actualización que rige en la actualidad.
En el equipo económico consideran que esa fórmula pierde de manera sistemática contra la inflación y es por eso que buscarán cambiarla. El primer paso será a través de la derogación de la norma actual en el megaproyecto de ley presentado el miércoles en el parlamento. Si eso prosperara, hasta que se elabore una nueva fórmula automática (que también requerirá aval del Congreso), el Poder Ejecutivo establecería, como puente, un esquema de aumentos mensuales discrecionales con criterio de la inflación del mes anterior al pago de los haberes. Una suerte de indexación de las jubilaciones.
Pero no está claro que la masa de haberes vaya a compensar la marcha de los precios en un 2024 que promete ser récord en materia de inflación. Al menos no todos los haberes —como en el caso del bono, se suele aplicar aumentos considerables solo a la mínima. Y esto es porque en la hoja de ruta fiscal del ministro de Economía Luis Caputo, el gasto del 2024 en jubilaciones y pensiones debería ser menor que este año, en 0,4% del PBI, en un panorama general de recorte del gasto de 2,9% del Producto.
El artículo 106 de la ley ómnibus propone suspender la aplicación del artículo 32 de la Ley 24.241 que establece la movilidad de los haberes por jubilaciones y pensiones, de la que también dependen la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Asignación por Embarazo, por ejemplo. También se suspende la vigencia para prestación básica universal, la compensatoria, el retiro por invalidez, por fallecimiento y por permanencia.
El proyecto faculta al Gobierno a establecer una fórmula automática de ajuste “teniendo en cuenta los criterios de equidad y sustentabilidad económica”. “Hasta tanto se establezca una fórmula automática, el Poder ejecutivo nacional podrá realizar aumentos periódicos atendiendo prioritariamente a los beneficiarios de más bajos ingresos”, consignó.
Hasta ahora, los ajustes de haberes se dan en un porcentaje de incremento trimestral, determinado por la variación de un índice que surge de sumar 50% del aumento trimestral de la recaudación de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) por beneficiario y 50% de la variación de los salarios. Para este último ítem, se toma el mayor valor entre el Ripte (Remuneración Imponible para el Trabajador Estable) y el índice general de salarios del Indec.
En definitiva, las jubilaciones tendrán en enero el mismo monto que en diciembre. Habrán sufrido, en el medio, el impacto de un índice de inflación que en el Gobierno aseguran que será “muy alto”.
Fuente: Infobae.com
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