La Vicepresidenta encabezará un encuentro organizado por el Grupo de Puebla. Habrá críticas a la Justicia, pero la expectativa pasará por las definiciones electorales. Cómo impacta el cortocircuito entre Alberto Fernández y Sergio Massa.
Cristina Kirchner volverá a copar la escena política con su sola presencia y un nuevo discurso apuntado a la justicia federal, donde se tramitan las causas que más le preocupan. Esta tarde participará del encuentro denominado “Voluntad popular y democracia. Del partido militar al partido judicial, las amenazas a la democracia”.
La cita es en el Centro Cultural Kirchner (CCK), cerca de las 19, el mismo lugar en el que ayer Alberto Fernández brindó un discurso institucional, sin señales políticas ancladas en el año electoral. El Presidente comparó la situación de su compañera de fórmula con la de Evo Morales en Bolivia, pero evitó darle mayor protagonismo en un discurso que también tuvo críticas a la justicia.
La Vicepresidenta tendrá el respaldo del Grupo de Puebla, donde se concentran los ex presidentes Rafael Correa (Ecuador), Evo Morales (Bolivia), Ernesto Samper (Colombia) y José Luis Rodríguez Zapatero (España), que fueron los que armaron el evento y viajaron a la Argentina para estar presentes.
El encuentro se iba a realizar a fin de año pasado, luego del atentado a CFK, pero la ex mandataria contrajo Covid-19 y la fecha se postergó. Para ese momento el kirchnerismo había planeado una fuerte movilización en las calles porteñas con el respaldo de los distintos sectores del Frente de Todos. Hoy no existirá esa convocatoria.
Lo único similar con ese momento del calendario es la mala relación que une a Cristina Kirchner y Alberto Fernández. Los une porque ambos siguen siendo parte del gobierno nacional, más allá de que no se hablan, tienen agendas paralelas y se cruzan chicanas en una batalla pública que se extiende en el tiempo.
El evento de esta tarde le permitirá al kirchnerismo brindarle centralidad a la dirigente más importante de la coalición oficialista. Justo en un momento donde en el círculo presidencial hablan del final de la “hegemonía kirchnerista” y de la necesidad de una discusión de poder para renovar la conducción del peronismo. Es decir, para restarle poder y centralidad a Cristina Kirchner.
Ayer el Presidente quedó encerrado en distintos mensajes dirigidos a respaldar a la Vicepresidenta. El secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti, aseguró que vienen denunciando lawfare “como forma de intervenir las elecciones y el voto”, porque “eligen a un referente político y ese proyecto político no puede llevarse adelante por la intervención judicial”.
El premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, también apuntó contra la justicia y dijo que “es necesario una reforma judicial” y resaltó “toda la campaña que está haciendo en contra de Cristina Kirchner”. En esa misma línea se expresó Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, quien advirtió que “no puede ser el que partido judicial no siga investigando el atentado contra la querida Vicepresidenta”.
Es decir, desde ayer una parte de la dirigencia más vinculada al kirchnerismo resaltó la imagen de Cristina Kirchner y dejó relegada la de Fernández, con quien también se llevan bien. El Jefe de Estado quedó rodeado de un discurso pro CFK en una instancia donde su rivalidad política con ella pasa por el momento de mayor tensión.
Cristina Kirchner reaparecerá en público en una instancia sensible de la interna oficialista. En las últimas horas se sumó un nuevo capítulo pero con un actor inesperado: Sergio Massa. El ministro de Economía se fastidió por cuestionamientos off the record que, según entiende, salen de dirigentes cercanos a Alberto Fernández.
“El pedido de Alberto es cuidar a Sergio y ayudarlo en todo lo que se pueda”, indicaron en el entorno presidencial, además de sostener que no hubo un ataque deliberado contra el titular del Palacio de Hacienda. Al Jefe de Estado se le generó un frente de conflicto inesperado, después de un año y medio acostumbrado a los embates permanentes del kirchnerismo.
El clima se enrareció dentro del Gobierno después de que se filtrara el enojo de Massa, quien ayer dio un fuerte golpe de efecto en la agenda política al decidir la intervención de Edesur y la designación del intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, un leal a CFK, como interventor de la empresa.
En el peronismo siempre se genera cierta expectativa sobre las palabras de Cristina Kirchner, aunque últimamente es cada vez menor el impacto de sus definiciones. Hay un acostumbramiento al estilo de la Vicepresidenta, que siempre suele enviar mensajes entrelíneas dirigidos a la interna que protagoniza con Fernández. Su palabra a no pesa ni moviliza tanto como antes.
El kirchnerismo aprovechará la reaparición pública de CFK para seguir empujando el operativo clamor por su candidatura. A esta altura del año electoral y con la Vicepresidenta dándole vía libre a los actos políticos donde se le reclama que sea candidata, en el peronismo hay una gran incertidumbre sobre lo que, finalmente, va a resolver.
¿Será candidata a presidenta? ¿A senadora? ¿O cumplirá con su sentencia de no ser candidata a nada? El rol que tendrá en las próximas elecciones es incierto, por lo que su candidatura sigue latente, en un gobierno nacional desmembrado y sin un rumbo claro.
Fuente: Infobae.com
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