El promedio de casos semanales aumentó el 133% durante los últimos dos meses. Expertos en virología, infectología e inmunología consultados señalaron qué medidas deberían tomarse.
La pandemia por el coronavirus había empezado a dar una tregua en la Argentina cuando los casos de pacientes con COVID-19 pasaron a ser menos de 5.000 por semana. Pero desde octubre el número de casos en el país ya lleva más de 8 semanas en ascenso sostenido con el predominio de la variante Delta del coronavirus. Ahora se suma la amenaza de la preocupante variante Ómicron, que ya se detectó en pacientes de 57 países en menos de un mes, incluyendo un caso de un viajero en la Argentina que no tuvo síntomas y permanece aislado.
El Ministerio de Salud de la Nación y el Consejo Federal de Salud ya tomaron medidas para resguardar a la población contra la variante Ómicron, pero expertos en virología, inmunología e infectología que fueron consultados hoy por Infobae señalaron que podrían ser insuficientes. Esa variante sería más transmisible que las anteriores, y los expertos coinciden en que hoy lo mejor es acercarse a recibir las dosis y estar completamente inmunizado antes que estar desprotegido sin las vacunas.
“Hay que testear y aislar. Usar el barbijo siempre. Los ambientes deben estar permanentemente ventilados y hay que evitar las reuniones en lugares cerrados. Ómicron ya está en todos lados. Y hay que esperar los resultados, que ya comenzaron a aparecer sobre si las vacunas siguen siendo efectivas. Todo indica que no será peligrosa para las personas ya vacunadas. Pero hay que esperar los resultados de las investigaciones en marcha”, dijo hoy a Infobae la doctora Alejandra Tortorici, investigadora argentina en virología en el Instituto Pasteur de Francia y en la Universidad de Washington en Estados Unidos.
Desde el inicio de la pandemia en el país en marzo del año pasado, se han reportado más de 5,3 millones de casos confirmados de COVID-19 en la Argentina. Han fallecido más de 116.000 personas por esa enfermedad. La segunda ola había empezado en marzo pasado con el predominio de la variante Gamma del coronavirus y empezó a retroceder desde fines de junio. En la primera semana de octubre se reportaron solo 874 casos de COVID-19 como promedio semanal. En cambio, en la primera semana de diciembre, la cifra creció a 2.033 casos de COVID-19. Es decir, hubo un aumento del 133% durante los últimos dos meses, y la variante Delta pasó a predominar en la mayoría de los casos que se diagnostican en el país, en base a los datos abiertos del Ministerio de Salud de la Nación.
Hasta ahora, el aumento de los casos de COVID-19 en la Argentina no se tradujo en un aumento abrupto de las internaciones en terapia intensiva como había ocurrido tanto durante la primera el año pasado como durante la segunda ola este año. Los pacientes internados diariamente en unidades de terapia intensiva habían llegado a un mínimo de 570 como promedio semanal y la semana pasada se contabilizaron en 636, según el análisis de datos del físico Jorge Aliaga, de la Universidad Nacional de Hurlingham. Un cambio que implicó un aumento del 12% en las internaciones en terapia después de las semanas de descenso.
En este momento, entre las 24 jurisdicciones que conforman la Argentina, hay 2 que tienen un riesgo epidemiológico alto: Tucumán y Ciudad de Buenos Aires. Tienen una incidencia mayor de 150 casos por cada 100.000 habitantes durante las últimas dos semanas. Además, otras 17 jurisdicciones han pasado a tener un riesgo medio. Dentro de ese nivel de riesgo, se destacan por el aumento de casos la provincia de Buenos Aires, Neuquén y Río Negro.
Mientras la circulación del coronavirus sigue en ascenso en el país, la vacunación con dos dosis -que empezó a fines de diciembre pasado- alcanzó al 67% de la población general. El 5,7% de la población tiene aplicada una dosis adicional. Para alentar a la población a vacunarse o a completar el esquema, se está impulsando el pase sanitario que habilita a los inmunizados para participar en eventos masivos y viajes grupales.
Pero apareció la variante Ómicron y generó más preocupación. Los primeros casos de pacientes con esa variante se detectaron en Botsuana y Sudáfrica. Allí la curva de casos de COVID-19 fue en subida. También ocurrió en países como el Reino Unido, donde la propagación de la variante Ómicron parece duplicarse cada dos o tres días, según el profesor Neil Ferguson, del Imperial College de Londres y asesor del Gobierno británico, quien considera que en su país se debería imponer restricciones en la movilidad.
En la Argentina, el domingo pasado se confirmó el primer caso de un paciente con Ómicron. Es un hombre de 38 años que había estado en Sudáfrica y tenía el esquema completo de vacunación. Siguió todos los protocolos recomendados y avisó a la autoridad sanitaria de San Luis cuando se enteró que había estado con personas en Sudáfrica que habían sido diagnosticadas con la variante.
Según informó la directora nacional de epidemiología del Ministerio de Salud de la Nación, Analía Rearte, ya se han tomado diferentes medidas ante la posibilidad del avance de la circulación de la variante Ómicron del coronavirus en Argentina. “A partir de la aparición de las nuevas variantes, le estamos pidiendo a las provincias que manden las muestras para secuenciar cuando tengan brotes o cuando registren aumentos inusuales de casos. También estamos promoviendo que se realice un tipo de PCR que permite sospechar la presencia de Ómicron, para no esperar el tiempo que lleva la secuenciación”, dijo la funcionaria.
“En mayo pasado, cuando se detectaron los primeros casos de la variante Delta, aún no había alta cobertura de vacunación en la población como la que hay ahora en el país, y hubo medidas para la reducción de los viajes desde el extranjero. Luego, se fueron relajando las medidas. Hoy la mayoría de los casos son por Delta, pero hubo un avance lento y no crecieron las hospitalizaciones”, afirmó la funcionaria.
Rige un aislamiento obligatorio para los viajeros que ingresan al país después de haber estado en África. Pero hay expertos que consideran que esa medida no estaría justificada ahora porque la variante ya se expandió a otras regiones. A partir del lunes pasado, con el Consejo Federal de Salud, el Ministerio de Salud recomendó que todas las personas que vengan de cualquier país se hagan un test de PCR al tercer y al quinto día después del arribo, además que se haya realizado un test previo con PCR y tengan la vacunación completa. “Las variantes llegan. Lo único que se puede hacer es retrasar su avance”, sostuvo Rearte.
El primer caso reportado de un paciente con Ómicron en el país fue detectado gracias a un desarrollo específico del grupo del investigador Maximiliano Juri Ayub, doctor en biología molecular en el Instituto Multidisciplinario de Investigaciones Biológicas de San Luis, que depende del Conicet y la Universidad Nacional de San Luis.“Es una metodología de PCR específica que desarrollamos para detectar Ómicron, que tiene variaciones que no se encuentran en otras variantes”, contó a Infobae.
Para el doctor Juri Ayub, “hoy la vacunación completa es una barrera importante contra las variantes. Debería sumarse la medida de aislamiento a todos los que vengan del extranjero, ya que la variante Ómicron ya está presente en diferentes regiones del mundo y no solo en África. Exigir aislamiento para los que vienen de África solamente es discriminatorio y no tiene sentido actualmente”.
En tanto, para el médico infectólogo Roberto Debbag, presidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, “Argentina debería aumentar la cantidad de testeos en toda la población, que se reporten todos los casos de COVID-19, y que se aumente la aplicación de las vacunas, especialmente de la segunda dosis con políticas activas. También se debería dar la tercera dosis a todos los mayores de 18 años, incorporar rápidamente la vacuna de ARN mensajero de Pfizer/BioNTech en menores de 11 años y secuenciar entre el 3 y 5% de todos los casos detectados por la técnica de PCR”.
Humberto Debat, investigador en virología del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y miembro de la iniciativa de vigilancia genómica Proyecto País, que depende del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Argentina, comentó a Infobae: “La medida de hacerse la PCR al tercer y quinto día del arribo es útil, pero quizá no sea suficiente en el contexto actual. El aislamiento para viajeros que vienen desde África no es completamente satisfactoria pero sí es realista por la probable transmisión de la variante en ese continente. En poco tiempo, podría circular en otras regiones del mundo. Sería importante el aislamiento de todos los que vengan desde el extranjero”. El doctor Debat señaló que existe la posibilidad de que algunos testeos no detecten los casos de COVID-19 por Ómicron.
En tanto, Jorge Geffner, investigador en inmunología y vicedirector del Instituto INBIRS del Conicet y la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, dijo: “Ómicron está por todos lados. Se debería establecer un aislamiento obligatorio de al menos 7 días a todos los viajeros que hayan estado en el exterior. Entiendo que políticamente es complicado, pero al hacerse el aislamiento se retrasaría la circulación de la variante. También se tienen que usar kits específicos para detectar a Ómicron, que evidentemente es muy transmisible. Aún se necesitan más datos sobre la severidad que puede producir la infección por esta nueva variante y sobre los niveles de protección de las vacunas”.
Víctor Romanowski, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Virología e investigador del Conicet, afirmó: “Ninguna medida es 100% efectiva, pero las medidas que adoptó el Ministerio de Salud de la Nación y el Consejo Federal de Salud me parecen adecuadas y dentro de los márgenes de posibilidad de implementación efectiva. Probablemente, para estar más cerca del 100% sería bueno agregar el aislamiento por 10-14 días para los viajeros, pero sería una medida muy resistida”. El doctor Romanowski sostuvo que “es muy difícil justificar medidas estrictas basadas en información insuficiente sobre la variante Ómicron y solo para prevenir peligros potenciales que no tienen sustento estadístico por ahora”.
Alejandra Capozzo, investigadora en virología del Conicet, afirmó que la variante Ómicron avanzará en la medida que haya personas sin vacunar. “Además de las medidas que ya están vigentes hoy en Argentina, sería útil que se pida aislamiento para todos los viajeros del exterior y que se reabran centros de testeos porque es probable que haya gente que tenga síntomas leves. La población debería ir a vacunarse. Se está dejando de usar el barbijo en lugares cerrados. Se debería apelar más a la responsabilidad de cada ciudadano a volver a usar el barbijo, la ventilación cruzada y permanente y al distanciamiento. Por ejemplo, se ven consultorios médicos con personas sin barbijo. Que la situación no empeore depende de todos”.
Fuente: Infobae.com
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