
Denunciaron inacción del Estado, complicidad de la Policía por la condición de retirado de la fuerza del victimario y revictimización por parte de la Secretaría de la Mujer.
Formosa se adhirió a la marcha convocada a nivel nacional exigiendo #NiUnaMenos tras el femicidio de Úrsula, aunque la convocatoria tenía su triste paralelo local: Mirna Palma, la docente de Estanislao del Campo asesinada el lunes por el policía retirado Carlos Medina, su expareja.
La marcha se concentró en la plaza San Martín y desde allí discurrió en dos paradas, una de ellas frente a la Secretaría de la Mujer y otra frente al Poder Judicial. La principal crítica se evidenciaba así: la desidia estatal frente a una realidad patriarcal que no termina de caer.
El canto “…y ahora que estamos todas y ahora que, si nos ven”, se hizo carne en la convocatoria donde asociaciones, organizaciones feministas y de la sociedad civil, jóvenes, adultos y familias decidieron tomar la calle y exigir una sociedad más justa, políticas de género reales, un Estado responsable, implementación de la Ley de Educación Sexual Integral, de la Ley Micaela y funcionarios competentes. Pedidos que se resumían en el canto “nos matan a las pibas en la cara de la gente”.
La marea de gente, pocas veces vista en Formosa, tomó la avenida 25 de Mayo para dirigirse en primer lugar a la Secretaría de la Mujer, donde pidieron que se escuchen las voces de las víctimas o en situación de vulnerabilidad y se evite revictimizarlas.
Allí leyeron un documento. “Estamos aquí todas tristes, golpeadas, hartas ante la emergencia nacional del #NiUnaMenos. (…) Hoy, nuevamente no podemos hacer otra cosa que salir a las calles para denunciar que el Estado estuvo ausente, que es responsable porque Úrsula hizo todas las denuncias pero la impericia, la desidia y desinterés de esta burocracia que transita entre la Policía, el área de Género y la Justicia en la ciudad de Rojas (Buenos Aires) abandonaron a Úrsula frente al victimario”, expresaron.
A continuación enunciaron que “hay muchas otras Úrsulas en la Argentina”, mencionando a Mirna Palma, “muerta por su expareja, policía retirado en Estanislao del Campo”.
“Mirna fue revictimizada en una radio por este organismo del Estado”, aseguraron, señalando el edificio de la Secretaría de la Mujer. El gesto se realizó en alusión a las cuestionadas declaraciones de su titular, Angélica García, quien había señalado que Mirna “nunca había denunciado episodios de violencia”, argumento que utilizó como excusa ante la inacción del organismo gubernamental.
La Policía
La Policía también sostuvo que no había constancia de denuncias. Sin embargo, Mirna había realizado exposiciones por hechos de violencia en dos ocasiones, una en 2016 y otra en 2020. Por este motivo, en las últimas horas la fuerza inició una investigación administrativa en la Comisaría de Estanislao del Campo (acá).
Sobre esto, las manifestantes también declararon: “Todes sabemos lo corporativo de las fuerzas de seguridad. En el entorno de Mirna aseguran que ella intentó hacer una denuncia contra Medina ya en 2016, pero como el hijo de su asesino, también policía, estaba en la Comisaría en ese entonces, desistió de la denuncia y realizó una exposición”.
El Estado no escuchó a Mirna. No puede y no debe permanecer sordo a las voces que se alzaron. En este sentido, el documento leído cuestionaba una “burocracia patriarcal” y un “Estado ausente”.
Propuestas
Además se leyeron a viva voz determinadas propuestas y estrategias de prevención. Entre éstas destacan la creación de centros de atención a las víctimas independientes, con profesionales que trabajen desde un abordaje integral y de áreas de género en la Policía de la Provincia y en cada Municipio del interior. También refugios para víctimas y ayuda económica durante los primeros meses después de la decisión de separación.
Posteriormente, los manifestantes se dirigieron al edificio de Tribunales, donde denunciaron la existencia de una “justicia patriarcal” que favorece el encubrimiento y la impunidad de los victimarios y continúa revictimizando a las víctimas de violencia. Copando gran parte de la explanada del organismo, los testimonios pudieron escucharse y tomaron forma las historias que hablaban de lucha, de convicciones y exigían el respeto y la justicia merecida, en tanto derecho inalienable.
Mirna era docente y nos enseñó a luchar. A recorrer las calles, a pedir justicia, incluso por ella. Formosa este miércoles pidió NiUnaÚrsula, NiUnaMirna, NiUnaMenos.
Informe: Fuente, Diario La Mañana.
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