El jefe del bloque de senadoras y senadores del Frente de Todos, José Mayans, reclamó hoy “racionalidad” a la oposición legislativa de Juntos por el Cambio, ante las posturas que asume cada vez que desde el oficialismo se critica la gestión de Mauricio Macri o se plantean políticas distintas a las aplicadas en cuatro años anteriores. “No puede ser que se ofendan o abandonen las sesiones por cualquier cosa, parecen chicos caprichosos”, se quejó el formoseño.
“Pueden decir lo que quieran, pero no se ofendan cuando nosotros decimos que no coincidimos con ustedes, o que no coincide el pueblo argentino, por eso cambió el esquema de gobierno”, enrostró Mayans, al cierre de la reunión de la comisión de Trabajo y de Previsión Social del Senado, donde se comenzó a tratar el proyecto de ley que regula el teletrabajo.
De esa manera, el senador peronista cuestionó las posturas asumidas por ese sector opositor de apelar a la táctica de ofenderse y tratar de vaciar o trabar el funcionamiento del Cuerpo. Fue durante el encuentro, realizado esta tarde de manera virtual, del que también participaron el ministro de Trabajo, Claudio Moroni; y los jefes sindicales Hugo Yasky (CTA de los Trabajadores) y Héctor Daer (CGT).
“Permítannos, también, sugerir las herramientas” necesarias para aplicar las políticas del gobierno nacional, reclamó Mayans. El legislador oficialista salió a marcar la cancha, luego de varias movidas consecutiva del macrismo parlamentario dirigidas a mostrar, con una espesa pátina de sobreactuación, cierto malestar con las iniciativas del FdT.
Y aprovechó para enumerar: “Cuando explico el tema de la deuda, hay algunos que se ofenden. Cuando explicamos el tema laboral, se ofenden. Explicamos la caída de la industria, se ofenden. Hablamos de la situación de la seguridad, se ofenden. Hablamos de los servicios y el espionaje, se ofenden. Cuando explicamos o queremos averiguar la situación del Banco Nación, se ofenden. No hay que ofenderse, expongan razones”, azuzó el formoseño.
Luego, remarcó que de ningún modo el oficialismo tuvo la intención de insultar o ser irrespetuoso con quienes piensan distinto. “Simplemente, apuntamos a decir cuál fue el resultado de las políticas del gobierno anterior y cómo aspiramos a cambiar esa situación”, consignó.
También, recordó que, tras el encuentro virtual del presidente Alberto Fernández con distintos sectores de oposición de esta semana, la repuesta de Juntos por el Cambio, al día siguiente, fue faltar o salir de la reunión de la comisión Bicameral de Trámite Legislativo, donde se tratan los decretos de necesidad y urgencia firmados por el jefe del Estado. La excusa fue mostrar el desacuerdo con rechazar un DNU rubricado por el ex presidente Macri, con el que compensaba a las distribuidoras de gas por las fluctuaciones en el dólar en la gestión anterior.
Mayans, además, se refirió al tratamiento del proyecto aludido. Confirmó que será analizado en una futura reunión de bloque para unificar criterios y, desde allí, saldrá la postura que el peronismo llevará a la comisión para emitir un dictamen. Así buscó anticiparse a eventuales reclamos opositores. No se descarta la posibilidad de hacer cambios a la media sanción votada en Diputados y qué, con ello, la iniciativa deba volver a la Cámara de origen.
“Si vemos que lo hecho por Diputados no nos conforma, el Senado, como cámara revisora, tiene todo el derecho de modificar el proyecto y enviarlo de nuevo a Diputados”, explicó. De ocurrir, la Cámara Baja podrá, en su oportunidad, ratificar su voto o aceptar los cambios de la Cámara Alta.
A su turno, Yasky recordó que, durante los cuatro años del gobierno anterior, jamás había sido invitado, como secretario General de la CTA, a opinar sobre ninguno de los temas que se trataron en el Senado. “Y, alguna vez que nos quisimos acercar, con algunos moretones nos fuimos”, abundó. Señaló la importancia de que los representantes sindicales sean convocados a dar opinión sobre proyectos como el de trabajo a distancia. Y dijo que “hace falta la ley”, porque “el capitalismo sin leyes es capitalismo salvaje, y ya sabemos el daño que hizo el capitalismo salvaje en otras parte del mundo”.
Daer, en tanto, coincidió en la necesidad de “regular el sistema de teletrabajo”. Apuntó que el movimiento obrero argentino tiene una larga tradición de buscar “consensos y acuerdos”, y remarcó que prueba de ellos son los últimos 70 años de historia en el país, “pese a que algunos les moleste”. En obvia alusión al sindicalismo peronista.
Al inicio del encuentro, el ministro Moroni había explicado que la modalidad del teletrabajo es “un fenómeno irreversible que ha venido para quedarse” y que avanza de manera especial “en el área de los servicios”.
Defendió la necesidad de regularlo y reconoció que plantea una serie de dilemas a resolver, como la cuestión de la relación grupal de los trabajadores, la interferencia o el cruce de fronteras entre el ámbito del hogar y el laboral, así como la eventual desigualdad de derechos laborales entre el empleado que realiza sus tareas desde su domicilio y quien no, entre otros asuntos.
“El teletrabajo no es una categoría nueva de trabajadores sino que es un modo de prestación del mismo contrato de trabajo”, aseveró el funcionario.
Mirada similar tiene Mayans, quien había advertido que la normativa debe tener en cuenta que el eslabón más sensible, en la relación capital y trabajo, es el trabajador. Y dijo que toda legislación laboral debe contemplar “las reglas establecidas por la Constitución de 1949 y la Constitución vigente”. Es decir, mantener la idea de que “el trabajo es un derecho que crea la dignidad del hombre y, a la vez, es un deber porque es justo que cada uno produzca lo que consume”.
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