
La policía no informó la identidad del vecino domicliliado en el barrio centro de la ciudad, en el lugar realizaron una fiesta hasta altas horas de la madrugada. Al ver a los efectivos, cerró la puerta y apagó las luces. De todas formas, se esperó a la salida de los invitados y se labraron actas
La Policía provincial puso fin a una fiesta privada que se estaba realizando, en clara violación a la cuarentena, en la calle Rivadavia entre Buenos Aires y Paraguay.
A las 05.50 de este domingo, se verificó la realización de un evento en curso, por la música elevada y la euforia de los concurrentes. En presencia de testigos se acreditó la irregularidad. En el lugar se observó tres motos aparcadas en frente y diez automóviles que pertenecerían a los invitados.
La prevención solicitó la presencia del propietario, que resultó ser un hombre conocido en el medio local, quien ante la presencia policial cerró las puertas y apagó las luces y sonido. No atendió a llamados ni a la notificación verbal realizada respecto a infracción en curso cometida.
Ante tal circunstancia, se labró el acta de intervención, en tanto se esperó la salida de los concurrentes. De acuerdo a lo requerido por el juez, se labró a cada uno la infracción pertinente en el marco del aislamiento.
El acta fue secuenciada fotográficamente por personal de la División Criminalística. Se dispuso un fuerte operativo con presencia de personal policial alrededor del domicilio para poder lograr detener a cada persona que saliera de ese domicilio.
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