Alojados y sus familiares se quejan de las condiciones de aislamiento en la Escuela de Cadetes

Algunos de ellos señalaron que “las cosas mejoraron” después de una protesta que realizó un grupo de personas que se encuentran alojadas en el lugar

El diario La Mañana  recibió distintos testimonios de personas que se encuentran alojadas en dependencias de la Escuela de Cadetes de Policía, que plantearon sus quejas por las condiciones del aislamiento. Varias familias que fueron a buscar a estudiantes de Rosario, Córdoba, Buenos Aires, Corrientes y Chaco decidieron dormir en sus autos.

Muchos reclaman que salieron de la provincia con el permiso nacional para buscar varados, cuando la nueva medida de cuarentena en centros de alojamiento preventivo aún no regía en Formosa.

“Estoy acá con mi hijo y un compañero de él. Los traje a ambos, ya que viven juntos en Córdoba. Cuando fui, preparé una casa para hacer la cuarentena. Pero en el camino nos enteramos de esta modificación y que tendríamos que quedarnos en un lugar dispuesto por el Gobierno”, relató Walter Cejas, papá de un estudiante que regresó de Córdoba.

Señaló que “este lugar no está preparado para recibir a tanta gente. Recién ahora nos consiguieron unas piezas donde podemos estar menos cantidad de personas”.

Además, respecto de diferentes repercusiones en redes sociales, este hombre advirtió que no están en contra de la cuarentena: “Dijeron que nuestros hijos son delicados y nenes de mamá, pero lo que pedimos es la separación física de un grupo con otro. No podemos dormir en el mismo lugar, ni usar el mismo baño cuando venimos de diferentes puntos del país. Y es por eso que dos días dormimos dentro del auto”, detalló.

Además, Walter se refirió al momento tenso que se vivió cerca del mediodía en este lugar. “Un grupo se violentó mucho, hubo una especie de protesta. No puedo decir que ya está todo paz y amor, porque es todo tan cambiante. Pero quiero destacar a la subcomisario Arce, que realmente aboga por la seguridad de todos. Y además tuvimos la visita del doctor Romero Bruno, quien habló con nosotros y nos explicó en muy buenos términos. Dijo que nos va a volver a visitar. Le pedimos Internet porque hay gente que tiene que seguir estudiando y trabajando”.

Maximiliano, hermano de una estudiante, explicó: “El martes salí de acá hacia Corrientes a buscar a mi hermana, que estudia Medicina. Fui solo. Ella salió a la entrada del pueblo, que está cerrado por la cuarentena. Llegamos a las 19 horas de ese mismo día y el proceso fue muy lento”.

Según Maximiliano, “nos registraron y nos dijeron que íbamos a hacer la cuarentena en nuestra casa y que oficiales controlarían el cumplimiento. En la UPAC recién nos avisan que tenemos que ir a la Escuela de Cadetes, cuando nosotros teníamos una casa preparada para hacer la cuarentena los dos solos”.

“Cuando llegamos, nos encontramos con un lugar que no está en condiciones de ser habitado, el baño no tiene agua y los colchones estaban húmedos. Nos rehusamos a quedarnos ahí y dormimos en nuestros vehículos. Pero ahora nos dicen que podemos ir presos si no dormimos en las habitaciones”, denunció.

“Nuestras familias nos traen agua, hielo, almohadas y colchas. El grupo que se violentó fue porque no tenían ni siquiera agua para beber. Te dan el almuerzo y la cena; pero nosotros recibimos paquetes de nuestra gente, que se moviliza hasta acá para que no nos falte nada”, remarcó.

Nancy Ledesma dijo: “Soy madre de una estudiante que se encontraba en Santo Tomé, Corrientes. Solicité el permiso de regreso a casa y, después de dos días, me dieron una respuesta afirmativa, por lo que mandé a mi hijo de 26 años con mi vehículo a traerla. Fue con guantes, barbijos y alcohol en gel. Cumplió con todas las medidas preventivas, a lo largo de más de 1.000 kilómetros de viaje”, aseguró.

Relató que sus hijos arribaron a Mansilla el martes 21 a las 17 hs, “pero después de tenerlos 5 horas en el HAC, a las 2 de la mañana les avisan que los llevaban a todos a la Escuela de Cadetes de la Policía. Nadie lo podía creer, porque pensaban que iban a sus casas, estaban volviendo de distintos lugares y nadie fue de vacaciones, son todos estudiantes y trabajadores”.

Ledesma además se quejó de las condiciones del lugar de alojamiento, con “baños sin agua y todo sucio. Los querían meter a 8 ó 10 chicos en una sola habitación con cuchetas. Si sabía por lo que iban a pasar, no traía a mi hija”, añadió.

También aseguró: “Todos estamos conscientes de la emergencia que vivimos y todos están dispuestos a cumplir con el aislamiento. Pero el permiso que nos dieron era para que la cuarentena la pasen en sus casas y cambiaron las reglas en el camino”.

Fuente: Diario La Mañana de Formosa.

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