Formosa: proponen nombrar “Padre Abel Filipigh” a una calle de la ciudad

La iniciativa es del padre Salvador Gurrieri, quien fue hermano de la Orden Franciscana del recientemente fallecido sacerdote.

El miércoles se cumplió un mes del fallecimiento del padre Abel Filipigh, quien hasta sus últimos días acompañó pastoralmente al Movimiento Cursillista y en Formosa tuvo una importante tarea pastoral en los años en los que los Franciscanos atendieron la Catedral y otras parroquias. Por eso, quien fuera su hermano en la Orden Franciscana, el padre Salvador Gurrieri propuso que se le impusiera el nombre de fray Abel Filipigh a una calle de la ciudad.

Nacido en Formosa, fray Abel atendió pastoralmente al Servicio Penitenciario y fue párroco de la parroquia San Miguel. Allí, por ejemplo, guió a un joven Adolfo Canecin, hoy obispo de Goya, quien lo recordó el mismo día de su ordenación episcopal.

En esa parroquia tuvo un gran impacto en la feligresía y fue un sacerdote muy querido por quienes aún hoy lo recuerdan.

También compartió muchos años de labor en la Catedral con el mencionado Salvador Gurrieri, quien  recordó como alguien alegre, aunque más bien callado en la cotidianeidad. “Era un muy buen amigo”, dijo en ocasión del fallecimiento de Filipigh.

El padre Abel estuvo en Formosa en 2017 para participar de la inauguración de la biblioteca del movimiento Cursillista y la Fundación Racimo, que lleva su nombre, en su honor.

En la ocasión, el fraile agradeció el reconocimiento pero se consideró simplemente “un servidor de Dios”, enfatizando que todas las cosas buenas provienen del Creador. A propósito, dijo que él simplemente señala a Dios, y la actitud sabia es fijar la mirada en la dirección a la que señala (en su caso, al Señor) y “no en la punta de su dedo”, con su característico humor.

Fuente: La Mañana.

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