Ferreira presidio reunión evaluativa del plan de contingencia por el rio Pilcomayo

De “alto riesgo y máxima vulnerabilidad” se delimitó al departamento Ramón Lista y una franja de Bermejo, ante el erratico desandar del rio Pilcomayo. El curso en su conformación geológica deposita toneladas de sedimento y conduce grandes riadas que obliga al estado provincial a proteger a cerca de 14 mil pobladores –sobre todo aborígenes y criollos- del extremo oeste.

El Jefe de Gabinete, Antonio Ferreira, presidio este lunes una reunión de trabajo donde se evaluó pormenorizadamente todo lo que se viene haciendo en cuanto a trabajos y asistencia social, además de las previsiones ajustadas a un protocolo establecido ante un posible agravamiento del cuadro de situación.

La ampliada mesa estuvo integrada por el administrador de la DPV, Fernando De Vido, el asesor del PEP, Aldo Ingolotti, el administrador del SPAP, Julio Cesar Vargas Yegros, el coordinador de la UPCA, Horacio Zambon, el ingeniero jefe de Vialidad Provincial, Juan Andrés López, subsecretario de Hacienda, Miguel Antinori, diputado Roberto Vizcaino, el supervisor de Obras de Vialidad Provincial Christian Peter, el director del ministerio de la Comunidad, Luis Kaiser y el responsable de Defensa Civil, Pablo León

Fue coincidente que “todo el plan de contingencia que comprende obras hidráulicas en la zona crítica del rio Pilcomayo y en lo social, tiene la clara consigna que nos remarca permanentemente el gobernador (Gildo) Insfran en proteger con todos los medios disponibles cada metro de terreno, asistiendo integralmente a las familias”. En la misma línea se reprocho que aun ante el carácter de internacional y limítrofe del curso, “el estado nacional se ha desentendido de la grave problemática y es Formosa en solitario que ejecuta una labor titánica”.

Se trata de “una tarea enorme de la provincia, de otra manera hubiera estado mucha gente desplazada de sus hogares y vastas zonas inundadas, pero no es así, se está mitigando con una alta efectividad”, expuso Vargas Yegros.

De Vido sugnificó la “enorme y planificada tarea de las diferentes áreas del estado atendiendo la faceta social y en los trabajos que demandan la defensa de los pueblos y la mitigación del ciclo de aguas altas del Pilcomayo”, para lo cual se activo y está en pleno desarrollo un plan de contingencia.

Aclaro que “evacuar es una medida extrema, tiene un componente social muy sensible, pero estamos alertas ante un escenario que indique que debe hacerse, más allá de que sea traumático. Existe un centro de relocalización con todos los servicios e infraestructura, agua, luz, conectividad, escuelas y una contención social desde toda perspectiva”.

Destaco la existencia de un campamento del Comando de Emergencia en la zona y todos los componentes necesarios en logística, a partir de que “existe todo un protocolo diseñado para actuar ante un potencial escenario de riesgo cierto que así indique”.

Ingolotti expuso coincidente con el administrador vialero que “el rio tiene un comportamiento azaroso en cuanto a sus niveles y en los daños que pudiera generar, no solo por las riadas, sino por el sedimento, que para una dimensión se cuenta entre 120 a 140 millones de toneladas que se depositada por ciclo: Son seis mil canchas de futbol rellenada con arena con casi tres metros de altura”.

Advirtió acerca del “escenario cambiante que exige una dinámica muy particular a la hora de ejecutar los trabajos y que este año se está produciendo en la zona de Sombrero Negro”.

Cuantifico en medio centenar las maquinarias pesadas y cerca de un centenar y medio el recurso humano desplegado en los diferentes frentes de trabajo en la zona más amenazada, a lo que se debe sumar profesionales de esferas como la sanitaria haciendo prevención en las comunidades y efectivos policiales brindando seguridad, asistencia y prestos a actuar ante contingencias.

Alto riesgo

Fue expuesto que se trata de “una amplia zona de riesgo”, dado que las aguas también pueden ingresar por territorio salteño a partir de un Pilcomayo que abanica de norte a sur.

Ingolotti aludió a los185 kilometras de correderas activas conduciendo las aguas y los 220 kilómetros de defensas protegiendo a más de 14 mil pobladores de esa región. “Toda esa franja del departamento Bermejo -totalizan unas 500 familias que representan 2400 personas-, pero se debe incluir a la totalidad del departamento Ramón Lista que es parte de un área de alto riesgo, de alta vulnerabilidad, puesto que son parte de todo el proceso de formación geológica, y esto se da en una región muy poblada y con mucha infraestructura social y económica construida”, alerto.

Sin embargo aclaro que “aun ante toda esta planificación si tenemos lluvias extraordinarias en la alta cuenca los riegos se acrecientan, y es que ante lo impredecible de la naturaleza se deben extremar las medidas preventivas y de alertas. Hay muchas situaciones aleatorias que pueden modificar todo el escenario, dentro de un sistema con sus complejidades”.

Expuso que “hay dos ríos del mundo que tienen este comportamiento, uno es el Amarrillo de China y el otro es el Pilcomayo de un complejo escenario”.

Fue subrayado asimismo otras obras dispuestas, en este caso en el departamento Patiño, como el camino de Fortin Soledad a Churcalito que advirtió López “hace trece años queríamos ejecutar, pero intereses políticos y de otra índole lo impidieron y, hoy esos mismos que reclaman por estos trabajos, que se están realizando luego de destrabarse estos impedimentos”.

Pondero al “estado presente en todo momento, con una acción integral a lo largo del año, que por supuesto en ciclos como el actual, donde se producen riadas importantes, todo se ve fortalecido, sobre todo en tareas puntuales y situaciones extremas de tener que evacuar a familias, como las criollas afectadas en la zona de Cieneguito y Chañaral”.

Todo Formosa

Peter describió que “las obras para mitigar el impacto por el exceso hídrico son ejecutadas con presupuesto provincial. Y el problema que se genera como agregado es el hecho de que el 90% de las aguas y sedimento ingresen a nuestro territorio, torna aun más notoria la ausencia federal ante gestiones de carácter binacional que se reclama se realicen ante el Paraguay para consensuar un reparto igualitario”.

Comento que los 32 kilómetros de defensas donde se está trabajando activamente en la zona de Pescado Negro a La Rinconada, 25 kilómetros son nuevos terraplenes, con una cota variable que está relacionada a la necesidad del terreno y que en sectores obliga a reforzar con espigones para amortiguar la energía de las riadas que impactan en los terraplenes.

Registros de altura a diario

Zambon aludió al reclamo a Cancillería al advertirse que un tramo del canal de toma de aguas paraguayo, no conforma condiciones hidráulicas necesarias y suficientes que permitan la captación de caudales líquidos y sólidos, en cumplimiento de acuerdos de partes de distribución de aguas y sedimentos. “Hay un despliegue de maquinas en la zona que es indicativo de que trabajaran en la zona de la embocadura para revertir este escenario que motivo nuestro planteo”, expuso.

Revelo que “tenemos registros de la altura del rio a diario, es algo permanente y en base a ello se disponen las acciones que sean necesarias”. Al mismo tiempo, explico que “se hablan de amarillo, naranja y rojo. Son colores parte de un protocolo del gobierno boliviano para su alta cuenca, no corresponde al sector nuestro”. “El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología –SENAMHI- es quien lanza estos alertas y nosotros lo interpretamos, pero tenemos estaciones hidrométricas como Villa Montes y Misión La Paz, que nos permite conocer como viene la onda de traslado a nuestra zona”.

Para Zambon, “los 180 kilómetros de correderas fluviales demuestran la rica experiencia de la provincia en el tema Pilcomayo, como en la relocalización de asentamientos originales que tenían la necesidad de establecerse cerca de los cursos de agua. Da la particular dinámica del Pilcomayo provoco que varias poblaciones debieran asentarse en otro lugar a una cota de mayor seguridad: El Potrillo, María Cristina, Santa Teresa, San Andrés, San Martin, El Breal, Tucumancito, Palmarcito, entre otros, y actualmente el abanico de sedimentos que tenemos ahora está a la altura de la localidad de La Rinconada”.

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