La tensión de la calle se trasladó al recinto: el kirchnerismo y la izquierda intentan frenar la sesión que debate el Presupuesto

El comienzo del debate por el proyecto de Presupuesto 2019 se vio marcado por los incidentes que se registraron en la puerta del Congreso, pero no pasó demasiado tiempo para que esa tensión se trasladara al recinto.

Cuando el legislador radical Luis Pastori, el tercer orador de la jornada, promediaba su discurso, distintos diputados de la oposición empezaron a gritar para reclamarle a Luis Petri, quien conducía la sesión en lugar de Emilio Monzó, que no continuara el debate hasta que no se detuvieran los incidentes fuera del parlamento.

El integrante de Cambiemos ignoró las interrupciones de los diputados Leonardo Grosso y Lucía De Ponti, quienes pedían hablar, pero el misionero rechazó en varias oportunidades cederles la palabra, lo que desató la bronca de los diputados que pedían un cuarto intermedio para calmar los ánimos.

En ese momento, Emilio Monzó volvió al recinto e intentó encauzar la sesión, pero la situación ya estaba fuera de control. El presidente del bloque del FpV Agustín Rossi volvió a pedir la palabra, pero a pesar de que Monzó se mostraba dispuesto a dejarlo hablar, Pastori no aceptó la interrupción, y esa fue la gota que rebalsó el vaso.

Nicolás del Caño se acercó al atril de la presidencia para reiterar el pedido de cuarto intermedio y lo acompañaron otra decena de diputados de distintos partidos de la oposición. A continuación, otros legisladores del kirchnerismo, como Juan Cabandié y Daniel Filmus, se acercaron a la banca del oficialista Nicolás Massot, y se registraron algunos empujones e insultos entre los legisladores.

Al mismo tiempo, el oficialista Fernando Iglesias se insultó con la kirchnerista Mayra Mendoza, otra de las que estaban reclamando que la sesión fuera suspendida momentáneamente.

Finalmente, Monzó logró confirmar el llamado a un cuarto intermedio, y llamó a los líderes de los distintos bloques a «conversar sobre la situación». Alrededor de 15 minutos después se retomó el debate, y Rossi destacó: «No estamos de acuerdo con continuar la sesión, es una irresponsabilidad que mientras se está reprimiendo nosotros hagamos oídos sordos. Si hay muertos, se van a tener que hacer cargo».

A continuación retomó la palabra Pastori, pero los gritos de fondo no cesaron. Monzó le dio la palabra al representante del FIT Nicolás del Caño, quien también pidió la suspensión de la sesión, algo que no fue aceptado por el presidente de Diputados. En esa línea, una serie de diputados de la oposición reiteraron el pedido de frenar la sesión con el argumento de los incidentes fuera del recinto (hay decenas de detenidos), pero el debate continuó.

Poco después de las cuatro de la tarde, Monzó llamó a un cuarto intermedio y convocó a los presidentes de los bloques a una reunión con el encargado del operativo fuera del Congreso, el secretario de Seguridad porteño Marcelo D’Alessandro.

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