Si bien la historia dice que en algún momento el dólar le va a ganar al peso, en épocas de inflación los inversores se mueven con horizontes cortos.
Un ejemplo vale más que una explicación. El que cobró el aguinaldo y decidió invertir $10.000 en dólares, compró USD 337. Al día de hoy, si decide venderlos -el banco o la casa de cambio le pagarán el precio comprador- obtendrá $9.119. Es decir que perdió $881, casi 9%.
En cambio, el que tiene el plazo fijo o las Lebac se encamina a ganar $300 en el mes. Sus $10.000 se transformarán en $10.300.
Por supuesto, no faltará quien diga que el que compró dólares es para mantenerlos y que en algún momento le ganará al peso. Es una afirmación certera en la Argentina, cuando la apuesta es al mediano o largo plazo. Pero en épocas de inflación, los ahorristas e inversores se mueven con horizontes cortos. La diferencia es la misma que existe entre correr una maratón de 10 kilómetros o una de 42,195 kilómetros. El aire se administra de distinta manera.
Hoy, el movimiento de los mercados globales es similar al de la Argentina. La volatilidad del dólar asombra. La moneda norteamericana bajó 0,43% contra las seis principales divisas del mundo y cayó 0,83% en México, 0,80% en Chile y 1,10% en Brasil. En la Argentina, en el mercado minorista perdió 0,45%.
El que apostó al dólar a $34 a fin de año, debe estar maldiciendo porque el cierre del mercado de futuros para el último día de 2018 fue de $32,2686. En el día bajó 0,63%.
Es que el humor de EEUU es relevante en la decisión de los inversores. Al conseguir concesiones de Europa en la guerra comercial, elevó a las Bolsas del mundo e hizo bajar a las tasas de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 2,94% -previa disuasión al Banco Central de Japón para que recompre la cantidad de títulos norteamericanos acordados previamente- lo que significa que cayó el riesgo país en la mayoría de los mercados emergentes.
Una caída del riesgo, significa que si salen al mercado internacional de capitales a endeudarse van a hacerlo a menos costo. Para la Argentina, esta tendencia es una buena noticia, al punto que se reflejó en una nueva suba de la Bolsa de casi 4%.
Hoy, el movimiento de los mercados globales es similar al de la Argentina. La volatilidad del dólar asombra. La moneda norteamericana bajó 0,43% contra las seis principales divisas del mundo.
Pero las alegrías, en el mercado financiero son finitas, tienen un plazo cercano de vencimiento. Por eso el inversor brinda o llora día a día. El que apostó al dólar a $34 a fin de año, debe estar maldiciendo porque el cierre del mercado de futuros para el último día de 2018 fue de $ 32,2686. En el día bajó 0,63%.
En bancos y casas de cambio, bajó 11 centavos a $ 28,03, pero no fueron pocas las entidades que antes del cierre de las 15.00 lo vendían a menos de $28. En la plaza marginal, el «blue», casi sin operaciones, perdió 5 centavos y cerró a $28,65.
En la subasta de USD 100 millones que hace el Banco Central por cuenta del Tesoro, el precio de corte fue de $27,3076, un precio 15 centavos inferior al de la licitación del martes.
El mercado mayorista, donde operan los bancos, siguió negociando un volumen magro. Las operaciones sumaron USD 522 millones. El dólar «hoy» cerró a $27,37, lo que implica una caída de 9 centavos respecto a la rueda anterior.
Reservas, bonos, Bolsa y ADRs
Las reservas del Banco Central cayeron USD 313 millones a 58.799 millones a pesar de que se ganaron USD 65 millones por la revaluación de las reservas ante la suba del euro, la libra esterlina y el oro.
Los pagos que se hicieron fueron importantes. Se cancelaron USD 220 millones por el vencimiento de los cupones del BIRAD 2022 y 2027. A organismos internacionales y a Brasil, se le cancelaron USD 4 millones a cada uno.
En el mercado de bonos de la deuda, el volumen de negocios creció 50% a $21.062 millones. El Bonar 2024, el título en dólares que es referencia del mercado, perdió 0,52%. El Bonar 2020 cayó 0,34%.
La Bolsa, tuvo la rueda más promisoria de los últimos meses. Con negocios por $860 millones, que la acercan a un volumen más lógico e implica el retorno de inversores, el índice Merval de las acciones líderes aumentó 3,86%.
Las empresas de energía y bancos, fueron lo más destacado. Metrogas subió nada menos que 15,47% y Banco Supervielle, 9,55%.
En Wall Street, los ADR’s de empresas argentinas que cotizan en dólares, replicaron la euforia de Buenos Aires. Supervielle (+9,08%), Transportadora Gas del Sur (+6,95%) y Loma Negra (+5,10%), fueron lo más destacado.
La euforia financiera no puede hacer olvidar a la economía real. Si las acciones y el peso, suben es por el fuerte ajuste que impacta en la caída del salario real. El mercado juega anticipando lo que vendrá. No siempre acierta, pero cuando ven ajuste, creen que la economía mejorará después de un tiempo. También saben que tienen un dólar controlado por tiempo limitado.
La euforia financiera no puede hacer olvidar a la economía real. Si las acciones y el peso, suben es por el fuerte ajuste que impacta en la caída del salario real
En ese recreo, tratan de hacer las mayores ganancias posibles. Lo preocupante es cuando el mercado financiero y la economía real van juntos en caída libre, porque eso significa la ausencia de esperanzas de que la situación vaya a cambiar.
La credibilidad la da el dólar. La gente vota diariamente con el precio de la divisa norteamericana. Por supuesto, que por ahora no son elecciones absolutamente libres, porque la tasa de las Lebac superan 45% anual.
Por Luis Beldi. Infobae.com
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